CIUDAD PREINDUSTRIAL
LA TRANSFORMACIÓN DE UNA CIUDAD MOTIVADO POR
SU ACTIVIDAD INDUSTRIAL
Las prácticas humanas a
lo largo de la historia han modificado el medio de manera irreversible y por
tanto la actividad económica o industrial de una región o ciudad puede provocar
grandes transformaciones en el paisaje de las ciudades
Los paisajes españoles han experimentado profundas transformaciones a lo largo del siglo XX, esto ha sido debido al cambio un modelo económico basado en la explotación
agraria, a otro donde las actividades industriales, turísticas, y los servicios han provocado la
concentración de la población en torno a las ciudades, a la transformación de
sus periferias, así como a la creación de nuevos equipamientos e
infraestructuras.
Las ciudades cambian,
evolucionan, se transforman, dependiendo de las necesidades de sus ciudadanos,
pero un cambio en su actividad económica o industrial puede modificar
completamente el paisaje de una ciudad. Esto es lo que le ha ocurrido a Bilbao, un claro ejemplo de
reconversión urbanística. Esta ciudad ha renacido de sus cenizas en todos los
sentidos: ha dejado de ser una ciudad gris dedicada a la industria y se ha
transformado en una urbe cosmopolita y de diseño.
LA
TRANSFORMACIÓN DE BILBAO
Bilbao
pasó de ser una ciudad industrial a una ciudad de servicios y cultura y hoy es
uno de los mejores ejemplos de reconversión urbanística
Durante los siglos XIX y XX Bilbao creció en
torno a la industria -la siderurgia en especial- y la construcción naval. Así,
el de Bilbao se convirtió en uno de los puertos más importantes de Europa,
punto de conexión con las grandes ciudades europeas, y desde donde se
transportaban productos como el crudo y refinados de petróleo, además de
materias primas como el mineral de hierro y carbón.
En 1973 llegó una
crisis económica que afectó gravemente a la industria, pero para relanzar la
economía, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y revitalizar la urbe
como centro de servicios se ideó un enorme plan de rehabilitación
El porqué del cambio
La regeneración urbanística de la capital vizcaína no fue un simple acto
decorativo. Bilbao cambió su actividad
económica por necesidad y esto le llevó a un cambio en la fisionomía que
ahora sobresale de forma exponencial.
Para comprenderlo hay que retomar la propia historia de la ciudad, a
principios del siglo XVI Bilbao se convierte en una villa mercantil que conecta
la meseta castellana con la salida al mar. Tuvieron que pasar más de 300 años
hasta que Bilbao se convirtió en una ciudad industrial. Así, en 1850 llega la
Revolución Industrial con la creación del primer alto horno. A partir de este
momento, la actividad económica se concentra casi exclusivamente en la
siderurgia y en la industria naval. Es, precisamente, esta falta de
diversificación la que provoca graves consecuencias para Bilbao en la crisis
industrial de 1975.
Esta crisis provocará que el 30% de la población activa esté
en paro, y los gestores de la ciudad buscaran nuevas fórmulas de actividad.
De esta situación nació el Bilbao de los servicios y de la
cultura. La ciudad industrial se transformó en una ciudad de negocios,
turística, de intercambios… en una ciudad postindustrial en la que hoy es
habitual ver hileras de turistas por la orilla de la ría, junto al Guggenheim,
navegando sobre un bote para contemplar el Palacio Euskalduna, o paseando
frente al edificio de Sanidad de Coll-Barreu o el nuevo Palacio de Deportes en
Miribilla.
LA TRANSFORMACIÓN
DE DETROIT (EEUU)
Otro ejemplo claro de transformación del paisaje de una
ciudad es Detroit, que pasó de ser la cuna del motor en EEUU a declararse en
bancarrota y convertirse casi en una ciudad fantasma
Los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial fueron
para Detroit años de abundancia gracias al bum de la industria automovilística.
Su bancarrota no llegó solo como producto de la última crisis económica, sino a
una larga decadencia que se inició a principios de los años
60. Así paso Detroit de ser la cuna del motor estadounidense a declararse en
bancarrota.
En los
años 90 nuevos lugares empezaron a posicionarse como los países donde producir
coches baratos. México por su cercanía, Brasil como economía emergente y China,
un país comunista reconvertido en gigante industrial, con unos precios de
producción muy competentes y situados en posiciones estratégicas de América y
Asia. La
industria productiva del automóvil abandonó Detroit y con ella se fueron el resto de manufactureras, la
quiebra era cuestión de tiempo.
Así fue
como la ciudad que vio nacer y crecer la industria automovilística
estadounidense, y una de las principales del mundo, se convirtió en un
escenario más propio de una guerra. Hoy, solo unas pocas torres, entre ellas la
de General Motors donde se aloja su sede, brilla en el centro de la Ciudad del
Motor entre los solares y las casas abandonadas. Una deuda de 18.500
millones de euros en el momento de la quiebra.
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