PIRÁMIDE DE POBLACIÓN EN ESPAÑA 2017
miércoles, 28 de febrero de 2018
martes, 27 de febrero de 2018
ECONOMÍA CIRCULAR
El sistema lineal de
nuestra economía actual consistente en la extracción, fabricación, utilización
y eliminación de productos está alcanzando sus límites y el agotamiento de los
recursos naturales y los combustibles fósiles comienza a ser una realidad. En
contraposición a la economía lineal esta la economía circular, un concepto
económico del desarrollo sostenible.
Quiere ir más lejos de
las famosas Tres R…reduce,
reusa y recicla. Los productos deben poder extender su vida
útil al ser fáciles de reparar y, finalmente, cerrar el círculo siendo
reutilizables y fáciles de desmontar.
La puesta en práctica de estos principios
conlleva un gran número de beneficios tanto para
el medio ambiente como para la sociedad,
ya que la economía circular considera también un punto clave la inclusión
social. Entre estos beneficios de la economía circular destacan:
·
Disminución del uso de los recursos, reducción de la producción de residuos
y limitación del consumo de energía.
·
La economía circular contribuye a la creación de riqueza y empleo.
·
Permite obtener una ventaja competitiva en el contexto de la globalización
ya que disminuye la dependencia de unos suministros externos e inciertos.
·
Abre la perspectiva a un crecimiento sostenible y duradero.
CONSUMO
DE OCULTO DEL AZÚCAR
A nuestro organismo le
gustan los alimentos dulces, de hecho el azúcar es
nuestra principal fuente de energía, pero actualmente
existe un exceso de azúcares
simples en nuestra dieta, provocado por
el azúcar añadido de muchos de los alimentos de
consumo habitual (refrescos, zumos, bollería, galletas, cereales de desayuno,
lácteos, postres, pero también salsas, precocinados, pan de mole, etc.).
Por ejemplo Un yogur de
frutas “0%”, 4 terrones de azúcar. Un brik de 200 mililitros de salsa de
tomate, otro tanto. Una porción de 50 g. de cereales infantiles para el
desayuno, 4,6 terrones. Y un café Mocca Blanco Venti, con nata y sirope de
chocolate, la friolera de 20.
Cuando consumimos cualquiera
de esos alimentos, no somos conscientes de la cantidad que nos estamos metiendo
en el cuerpo, a pesar de que este ingrediente puede
crear dependencia y su abuso produce
sobrepeso, diabetes, caries o riesgo cardiovascular.
La OMS recomienda reducir
a una cuarta parte (25 gramos diarios) el azúcar que
se ingiere de media en Europa occidental.
Al consumir azúcar de una manera tan abusiva estamos provocando la subida
del umbral de sabor dulce, esto explica que nos hayamos vuelto insensibles a semejantes
cantidades de sacaros. Cada vez necesitamos más para que algo nos sepa bien. Si
se siguen educando desde pequeños nuestro paladar con batidos, yogures
azucarados o refrescos, cuando sean adultos un café con 20 terrones de azúcar
nos resulta delicioso.
Algunas administraciones sanitarias
ya se han dado cuenta del alcance de este problema y han comenzado han realizar
campañas que ponen relieve la excesiva presencia de azúcar en nuestras vidas.
Por ejemplo, el Departamento de Salud Pública de Inglaterra (PHE) quien dentro de su estrategia Change4Life y con el fin de tomar conciencia de estos excesos azucarados ha
publicado este video en
el que se asocian las raciones de alimentos típicos de desayuno con terrones de
azúcar”.
Con campañas como estas se pretende
poner de manifiesto que los españoles al año consumimos casi
60 kilos de azúcar añadido.
Cada vez son más los estudios que quieren
desenmascarar lo que ciertos sectores de la industria alimentaria se empeñan en
ocultarnos “en diciembre de 2012, cuatro epidemiólogos de la Universidad de
Londres detallaron en la revista British Medical Journal que la industria alimentaria gastó 1,4
mil millones de dólares para que no viera la luz el etiquetado en semáforos”.
Dicho etiquetado es un sistema que puede contribuir a mejorar la salud pública
precisamente porque desenmascara de forma visual ciertos nutrientes que, en
exceso, pueden comprometer la salud de los consumidores.
Si hablamos del azúcar en particular, hay
pruebas indiscutibles del papel de su elevado consumo en la promoción de
enfermedades crónicas.
La OMD recomienda a acostumbrarse a leer las etiquetas de los productos para detectar el azúcar oculto, así
mismo recomienda que el azúcar consumido sea inferior al 10% del valor
calórico total de tu dieta. El consumo actual está muy por encima, entre un
16-36%.
Cuando
un producto contiene más de un 15% de azúcar, es decir más de 15 g en cada 100
g de producto, hay que aléjate de él, es demasiado azúcar para tu organismo.
Hay algunos productos que al comerlos pensamos que no estamos
consumiendo azúcar o si lo hacemos es muy poco, algunos de estos alimentos son
los siguientes:
·
Snacks: aunque son productos
salados, también contienen azúcares añadidos para resaltar su sabor, sobre todo
los derivados del maíz.
·
Zumos envasados: además de su
azúcar natural (fructosa) la industria le añade grandes cantidades de
sacarosa o jarabe de maíz alto en fructosa como conservante.
·
Pan de molde: lleva más azúcar que
cualquier otro pan, ya que lo utilizan como conservante y para darle ese
sabor característico. Además su índice glucémico es menos favorable que el del
pan integral, es decir, libera sus azúcares de forma más rápida activando más
la insulina.
·
Barritas: no te dejes engañar
por sus escasas calorías. Fíjate en su etiqueta y verás que casi sólo aportan
hidratos y una gran cantidad de azúcar. Lo peor es que con frecuencia contienen
grasas trans (hidrogenadas o de palma) mucho más perjudiciales que las
saturadas.
·
Galletas saladas: aportan una gran
cantidad de sal y un 5-7 % de azúcar.
·
Salsas y aderezos: ketchup, mayonesa,
salsa rosa, mostaza…todas llevan azúcar como conservante.
CONSUMO DE AGUA OCULTO
Cada día el consumo de agua va aumentando, usamos agua para ducharnos,
para lavar la ropa, para beber… pero también en la fabricación de muchos de los
productos más utilizados habitualmente como es la producción de papel, ropa, alimentos…etc.
Arjen Hoekstra un profesor Holandés de “Gestión del
Agua de Hábitos y costumbres en el modelo productivo”, en una de sus últimas
entrevistas, explicaba que la producción de un vaquero lleva oculto un consumo
de 10.000 litros de agua o que una camiseta en su fabricación esconde un consumo de agua de 2.500
litros de más o menos.
Por desgracia la mayoría de nosotros desconocíamos esta información y por lo tanto no la tenemos en cuenta cuando
compramos cualquier prenda de vestir y sin embargo dependiendo de dónde se fabrica la camiseta o de las
condiciones en que se cultivó el algodón, las diferencias del consumo de agua
pueden ser muy grandes.
Este profesor ha creado el concepto de huella hídrica, que es un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce
utilizado para producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos, es
decir, nos dice el agua que nos cuesta fabricar un producto y que ha servido para desvelar el derroche de agua que hay
en la trastienda del actual modelo de producción y consumo.
España es el tercer
país con la huella hídrica más elevada por habitante y año. El consumo de agua
en los hogares es muy poco representativo: tan sólo supone el 5% del gasto,
frente al 80% de la agricultura y el 15% de la industria. En términos
absolutos, la huella hídrica total española es de 93,98 Kilómetros cúbicos/año,
por encima de la media mundial.
Pero España también ha
sido uno de los primeros países del mundo en introducir la huella hídrica como
indicador en los planes de las cuencas hidrográficas.
España importa
muchísima agua en forma de cereales y piensos, fundamentalmente para alimentar
al ganado, que la que exporta en forma de frutas y hortalizas. Sin este
“comercio de agua virtual”, los españoles sólo podrían comer como máximo la
mitad de carne que consumen actualmente.
España es especialmente
sensible a la sequía y a la falta de agua. Al inicio del verano algunas cuencas
hidrográficas se quedan sin agua, aumentando el riesgo de restricciones de
suministro. Por eso es muy importante concienciar a las personas de la
necesidad de ahorrar agua en el ámbito personal, sobre todo en regiones donde
existe un mayor grado de perdida de agua.
Algunas fórmulas
propuestas para reducir la huella hidráulica serían:
·
Romper
la conexión entre crecimiento económico y aumento de consumo de agua, adoptando
técnicas de producción que permitan ahorrar agua.
·
La
aplicación de técnicas más eficaces para la recogida de agua de lluvia y la
mejora de los regadíos en agricultura.
·
Cambiar
los hábitos de consumo hacia productos con menor contenido de agua virtual; por
ejemplo, reduciendo el consumo de carne. Los productos manufacturados necesitan
más agua que los naturales, las dietas ricas en carnes suponen una huella
hídrica mucho mayor que las dietas vegetarianas.
·
Realizar
campañas de concienciación y etiquetar los productos de manera que quede
reflejado el coste en términos de uso del agua. Aumentar el precio de
aquellos productos con más uso de agua virtual.
lunes, 26 de febrero de 2018
RELACIÓN ENTRE EL CAMBIO CIMÁTICO Y LA POBREZA
La población en los países económicamente menos desarrollados y,
en general, personas que viven en la pobreza son los que se ven especialmente
afectados por los efectos negativos del calentamiento global.
El cambio climático es una de las causas de la pobreza. Desde hace
varios años, la lucha contra la pobreza se enfrenta constantemente con nuevos
problemas debido a los efectos del cambio climático en varias regiones del
mundo.
Los pronósticos de los científicos del clima muestran al mismo tiempo
que las temperaturas en estos países no han subido más o no subirán más que en
otras partes del mundo. Sin embargo gran parte de las muertes causadas por
catástrofes climáticas tienen lugar en los países más pobres del mundo.
El motivo de que el cambio afecte especialmente a la vida de las personas
pobres es porque estos cambios: reducen los rendimientos de los cultivos;
destruye hogares; provoca el aumento en los precios de los alimentos y crea inseguridad
alimentaria.
No obstante muchos científicos prevén que los impactos del cambio
climático agraven la pobreza pero también que creen nuevos focos, tanto en los
países desarrollados como en desarrollo.
El Banco Mundial avisa que si no se enfrenta el cambio climático no
sólo no se podrá poner fin a la pobreza sino que puede provocar el retroceso
de décadas de avances en materia de desarrollo
Según el Informe Migración y Cambio Climático OIM además
de agravar la pobreza, el cambio climático genera movimientos de
población, crea refugiados
climáticos y aumenta la competencia por los recursos
“Las proyecciones apuntan a que el cambio climático hará que aumenten
los riesgos conexos al
clima existentes y se generen
nuevos riesgos para los sistemas naturales y humanos. Algunos de esos riesgos
se limitarán a un sector o región particular, y otros tendrán efectos en cascada.
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