INICIATIVA MUNDIAL DE TRANSPORTE PÚBLICO
Uno de los grandes problemas del mundo actual es la contaminación del
medio ambiente, Los vehículos (ciclomotores,
automóviles y camiones) necesita para desplazarse carburantes, expulsado
al circular todo tipo de gases y otros contaminantes. La contaminación
ambiental o atmosférica que producen los vehículos de motor está originada por
el monóxido de carbono, el gas contaminante que más abunda en la atmósfera de
nuestras ciudades. Todo esto puede producir importantes alteraciones y llegar a
transformar el relieve y la estructura del paisaje, alterando el clima, la
fauna y la flora de esa zona, con su correspondiente repercusión negativa en
los seres humanos.
El ahorro de energía es uno de los grandes retos de la
industria automovilística actual y sus principales recursos están destinados a
fabricar vehículos cada vez más
ecológicos y económicos Un
objetivo interesante será conseguir vehículos de emisión contaminante cero,
utilizando como fuente de energía algunas alternativas al petróleo, como el
hidrógeno o la pila de combustible, con los cuales el motor no realiza ninguna
combustión.
No obstante, con los vehículos que tenemos, podemos seguir algunas
pautas para ahorrar combustible, como puede ser: Apagar el motor en paradas
prolongadas; Conducir con las ventanillas subida para evitar el aumento del
consumo de combustible; Planear bien la ruta; Vigilar la presión de las ruedas
y su estado de conservación; Mantener el
filtro de aire en buen estado ahorra combustible y una de las más importantes
para mi “utilizar el transporte público
siempre que podamos en nuestros desplazamientos”… etc
El fomento del empleo del transporte público es una de las medidas que
más puede ayudar a reducir la contaminación ambiental en las ciudades por eso muchos
Gobiernos
locales de países en desarrollo avanzan hacia transportes bajos en carbono.
La asociación de colaboración MobiliseYourCity ayuda a los gobiernos
locales de los países en vías de desarrollo a planificar una movilidad urbana
sostenible, lo que podría jugar un papel clave en la reducción de emisiones de
gases de efecto invernadero y en el desarrollo de ciudades habitables y
eficientes.
El sector del transporte es responsable de
aproximadamente el 23% del total de las emisiones de CO2 relacionadas con la
energía. La mitad de las emisiones provienen del transporte urbano de pasajeros
y de carga.
Se espera que las emisiones de gases de efecto
invernadero del sector del transporte se incrementen en un 140% entre el 2000 y
el 2050, con un 90% de ese incremento proveniente de países en vías de
desarrollo.
Unas actividades adecuadas para frenar las emisiones
relacionadas con el transporte podrían ayudar a las ciudades a reducir las
emisiones en un 50%.
Las soluciones aisladas que ya existen para evitar
la contaminación ambiental serán incluidas
en políticas estratégicas de planificación de movilidad que permitan una mejor
coordinación entre las políticas urbanas y de transporte, favorezcan un cambio del uso de los automóviles al transporte público y
los modos activos de desplazamiento, y mejoren la eficiencia energética de los
vehículos.
Un
ejemplo claro de este interés de los Gobiernos por reducir la contaminación
medioambiental, la tenemos en el ayuntamiento de nuestra ciudad, Valladolid,
que ha incorporado doce nuevos autobuses diésel de bajas emisiones a la flota
de la empresa municipal Auvasa y continuará en 2018 con la adquisición de más
vehículos para renovar una de las flotas más antiguas del país
A lo largo de 2018 el Ayuntamiento tiene previsto
comprar una estación de recarga de gas natural comprimido, combustible usado
por los autobuses que se esperan adquirir próximamente en la
"transición" hacia los vehículos eléctricos, aún con insuficientes prestaciones.
Estas adquisiciones supondrán la mayor
renovación de la flota desde el año 2009 y una de las adquisiciones más
importantes de los últimos años que persigue rebajar la edad media de los
vehículos con los que cuenta la empresa de transportes.
Estos vehículos, a pesar de ser diésel, son muy poco
contaminantes y de hecho serán los de menos emisiones de toda la flota
(excluidos los eléctricos) y han justificado su compra en el hecho de que los
vehículos cien por cien eléctricos tienen un coste de unos 600.000 euros, casi
el doble de los actuales, y aun así tienen unas prestaciones limitadas como la
autonomía.
Los autobuses eléctricos, aunque son la alternativa
ideal, todavía tienen varias limitaciones, alguna ciudad como Bilbao, donde sí circulan
ya algunos de estos autobuses, tienen problemas para completar la jornada con
la carga de la que disponen, por lo que es "una tecnología que necesita
mejorar".
Un estudio de Bloomberg New Energy Finance predice que para el
año 2025 los autobuses eléctricos representarán el 47% de la flota mundial.
Casi la mitad de los autobuses en las carreteras de todo el
mundo serán eléctricos dentro de siete años, y se
espera que China domine el mercado global,
gracias a los esfuerzos del gobierno por reducir la contaminación urbana
y apoyar
a los fabricantes nacionales.
En China BYD, el mayor vendedor de vehículos
eléctricos y respaldado por el inversionista Warren Buffett, está bien
posicionada para aprovechar el impulso de su gobierno. El año pasado, BYD vendió en China
100.183 vehículos de nueva energía, una categoría que incluye electricidad pura
e híbridos, y los autobuses de la compañía ahora operan en 200 ciudades de todo
el mundo.
Los autobuses eléctricos siguen
siendo más costosos que los alimentados por diésel, pero Bloomberg New Energy Finance determinó
que los autobuses a batería ya pueden ofrecer un menor coste total de propiedad
cuando se consideran los gastos de combustible y mantenimiento. Las
disminuciones proyectadas en los precios de las baterías harán que los costes
de algunos autobuses eléctricos compitan con las versiones de diésel para el
año 2026.
Los autobuses públicos son una
parte clave de la infraestructura de tránsito urbano, y el
hecho de que operen en rutas fijas los hace ideales para la electrificación. Muchas ciudades ven a los autobuses
eléctricos como una forma de reducir la contaminación local, incluyendo
París y Ámsterdam, que han establecido objetivos para cambiar a autobuses de
cero emisiones en los próximos años.
Ya era hora de que como seres humanos cocientes pensáramos en una solución para este problema medioambiental que atravesamos. No sabe duda de que ésta estrategia de movilidad sostenible es un plan efectivo para acabar con las emisiones de CO2 y así estar en armonía con el medio ambiente. Cabe destacar que hoy en día estamos evolucionando a pasos agigantados y equipos como scooters, patinetes eléctricos incluso los Hoverboard son una buena alternativa de desplazamiento libre de CO2.
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