CONSUMO
DE OCULTO DEL AZÚCAR
A nuestro organismo le
gustan los alimentos dulces, de hecho el azúcar es
nuestra principal fuente de energía, pero actualmente
existe un exceso de azúcares
simples en nuestra dieta, provocado por
el azúcar añadido de muchos de los alimentos de
consumo habitual (refrescos, zumos, bollería, galletas, cereales de desayuno,
lácteos, postres, pero también salsas, precocinados, pan de mole, etc.).
Por ejemplo Un yogur de
frutas “0%”, 4 terrones de azúcar. Un brik de 200 mililitros de salsa de
tomate, otro tanto. Una porción de 50 g. de cereales infantiles para el
desayuno, 4,6 terrones. Y un café Mocca Blanco Venti, con nata y sirope de
chocolate, la friolera de 20.
Cuando consumimos cualquiera
de esos alimentos, no somos conscientes de la cantidad que nos estamos metiendo
en el cuerpo, a pesar de que este ingrediente puede
crear dependencia y su abuso produce
sobrepeso, diabetes, caries o riesgo cardiovascular.
La OMS recomienda reducir
a una cuarta parte (25 gramos diarios) el azúcar que
se ingiere de media en Europa occidental.
Al consumir azúcar de una manera tan abusiva estamos provocando la subida
del umbral de sabor dulce, esto explica que nos hayamos vuelto insensibles a semejantes
cantidades de sacaros. Cada vez necesitamos más para que algo nos sepa bien. Si
se siguen educando desde pequeños nuestro paladar con batidos, yogures
azucarados o refrescos, cuando sean adultos un café con 20 terrones de azúcar
nos resulta delicioso.
Algunas administraciones sanitarias
ya se han dado cuenta del alcance de este problema y han comenzado han realizar
campañas que ponen relieve la excesiva presencia de azúcar en nuestras vidas.
Por ejemplo, el Departamento de Salud Pública de Inglaterra (PHE) quien dentro de su estrategia Change4Life y con el fin de tomar conciencia de estos excesos azucarados ha
publicado este video en
el que se asocian las raciones de alimentos típicos de desayuno con terrones de
azúcar”.
Con campañas como estas se pretende
poner de manifiesto que los españoles al año consumimos casi
60 kilos de azúcar añadido.
Cada vez son más los estudios que quieren
desenmascarar lo que ciertos sectores de la industria alimentaria se empeñan en
ocultarnos “en diciembre de 2012, cuatro epidemiólogos de la Universidad de
Londres detallaron en la revista British Medical Journal que la industria alimentaria gastó 1,4
mil millones de dólares para que no viera la luz el etiquetado en semáforos”.
Dicho etiquetado es un sistema que puede contribuir a mejorar la salud pública
precisamente porque desenmascara de forma visual ciertos nutrientes que, en
exceso, pueden comprometer la salud de los consumidores.
Si hablamos del azúcar en particular, hay
pruebas indiscutibles del papel de su elevado consumo en la promoción de
enfermedades crónicas.
La OMD recomienda a acostumbrarse a leer las etiquetas de los productos para detectar el azúcar oculto, así
mismo recomienda que el azúcar consumido sea inferior al 10% del valor
calórico total de tu dieta. El consumo actual está muy por encima, entre un
16-36%.
Cuando
un producto contiene más de un 15% de azúcar, es decir más de 15 g en cada 100
g de producto, hay que aléjate de él, es demasiado azúcar para tu organismo.
Hay algunos productos que al comerlos pensamos que no estamos
consumiendo azúcar o si lo hacemos es muy poco, algunos de estos alimentos son
los siguientes:
·
Snacks: aunque son productos
salados, también contienen azúcares añadidos para resaltar su sabor, sobre todo
los derivados del maíz.
·
Zumos envasados: además de su
azúcar natural (fructosa) la industria le añade grandes cantidades de
sacarosa o jarabe de maíz alto en fructosa como conservante.
·
Pan de molde: lleva más azúcar que
cualquier otro pan, ya que lo utilizan como conservante y para darle ese
sabor característico. Además su índice glucémico es menos favorable que el del
pan integral, es decir, libera sus azúcares de forma más rápida activando más
la insulina.
·
Barritas: no te dejes engañar
por sus escasas calorías. Fíjate en su etiqueta y verás que casi sólo aportan
hidratos y una gran cantidad de azúcar. Lo peor es que con frecuencia contienen
grasas trans (hidrogenadas o de palma) mucho más perjudiciales que las
saturadas.
·
Galletas saladas: aportan una gran
cantidad de sal y un 5-7 % de azúcar.
·
Salsas y aderezos: ketchup, mayonesa,
salsa rosa, mostaza…todas llevan azúcar como conservante.
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